Enclavada en la Sierra de Guadarrama, la ubicación de nuestro centro no podría ser mejor. Disfrutamos a diario de la naturaleza e intentamos que nuestros mayores se empapen de la belleza de este lugar y sus maravillosas vistas.

Garantizar una buena calidad de vida es nuestro primer objetivo. Trabajar desde el principio con los mayores, haciendo también partícipes a las familias es una buena manera de comenzar una nueva etapa.

La estimulación diaria es fundamental en el centro, por eso,  desde el primer día, los residentes se integran en las actividades y en el trabajo que se realiza. La rutina y los hábitos adquiridos del resto, ayudan al que llega nuevo a unirse mucho más fácilmente.

Y no podemos olvidar que todo esto unido a una buena dosis de afecto, comprensión, empatía y cariño hacen de esta labor, un día a día duro pero apasionante.